Corte sagital del encéfalo (imagen decorativa)
Hablamos de amnesia global transitoria cuando se produce una pérdida súbita de la memoria. Este episodio no debe durar más de 24 horas, durante las cuales la persona afectada permanece consciente y puede realizar algunas actividades. Durante el episodio, el/la paciente es incapaz de formar nuevos recuerdos y además pierde recuerdos recientes. Frecuentemente, repite las mismas preguntas y puede llevar a cabo acciones repetitivas. No debe confundirse con la amnesia epiléptica transitoria, los episodios isquémicos o hipóxicos transitorios, o la amnesia psicógena.
La incidencia anual de la amnesia global transitoria es relativamente baja en la población general, situándose alrededor de 6 por cada 100 000 personas (3.4 a 10.4 por cada 100 000 personas), aunque aumenta con la edad. Después de los 50 años, la incidencia se encuentra en torno a 23.5 por cada 100 000 personas. Es más común entre los 61 y 70 años y la distribución entre hombres y mujeres es similar. En diferentes estudios se ha demostrado una mayor prevalencia de amnesia global transitoria en personas que sufren migraña (aproximadamente 5 % más probabilidades de sufrir episodios en comparación con quienes no tienen migrañas), en quienes presentan trastornos ansioso-depresivos (un 33 % tiene antecedentes familiares de enfermedades psiquiátricas), en aquellos/as con hiperlipidemia (cifras de colesterol elevadas), en los que tienen placas de ateroma en las arterias carótidas, y en los que sufren cardiopatía isquémica.
Aunque los factores desencadenantes de la amnesia global transitoria no se conocen con exactitud, se ha observado que en hombres los episodios ocurren con mayor frecuencia después de un esfuerzo físico intenso, mientras que en mujeres suelen presentarse tras un evento emocional. También se ha señalado la presentación de amnesia global transitoria después de episodios de dolor agudo, cambios bruscos de temperatura (como un baño caliente seguido de uno frío), relaciones sexuales, y maniobras que requieren un esfuerzo considerable para exhalar sin permitir la salida de aire por la nariz o la boca (maniobra de Valsalva). Esta maniobra puede realizarse durante actividades cotidianas, como esforzarse en una evacuación intestinal o sonarse la nariz cuando está tapada. Con base en esto, se ha planteado la hipótesis de que la amnesia global transitoria podría deberse a una congestión venosa provocada por un aumento de la presión torácica o la incompetencia de la válvula yugular, lo que causaría una isquemia transitoria debido a la hipoperfusión cerebral.
No se sabe con precisión qué áreas cerebrales están implicadas en la amnesia global transitoria, aunque se cree que afecta a regiones específicas del cerebro, como los ganglios basales y el hipocampo. Estudios de imágenes cerebrales han mostrado lesiones inflamatorias o isquémicas milimétricas en estas áreas. Algunos investigadores consideran que este trastorno podría ser una forma de insuficiencia hipocampal temporal, en la que se interrumpen los efectos inhibidores del hipocampo sobre la amígdala, lo que podría interferir con la formación de nuevos recuerdos.
La mayoría de los estudios realizados para evaluar la función cognitiva tras un episodio de amnesia global transitoria sugieren una recuperación completa, sin alteraciones a largo plazo en la memoria (tanto la memoria anterógrada, retrógrada, a corto plazo, semántica, de trabajo), la atención o las funciones ejecutivas. Sin embargo, cuando se analiza la posibilidad de desarrollar un deterioro cognitivo a largo plazo, los resultados no son concluyentes. Algunos estudios que han seguido a personas con amnesia global transitoria durante un año encontraron que hasta el 32.7 % cumplían los criterios para deterioro cognitivo leve amnésico.
Un estudio reciente investigó el riesgo a largo plazo de desarrollar demencia en personas que habían sufrido amnesia global transitoria sin antecedentes de demencia. Comparando a estas personas con un grupo de control de la misma edad, sexo y factores de riesgo, se observó un mayor riesgo de desarrollar demencia, especialmente relacionado con la edad y la presencia de diabetes. Otro estudio más reciente también encontró una incidencia acumulada de demencia significativamente mayor en personas con antecedentes de amnesia global transitoria, y el riesgo de desarrollar demencia se asoció con la edad de presentación, sexo femenino, diabetes, antecedentes de accidentes cerebrovasculares, depresión o ansiedad, y la residencia en áreas rurales.
A pesar de estos hallazgos, otros estudios de seguimiento de personas con amnesia global transitoria no han encontrado una mayor incidencia de patologías cerebrovasculares, convulsiones o deterioro cognitivo en comparación con la población general.
En conclusión, aunque la etiología de la amnesia global transitoria no está completamente clara, los episodios son más comunes en personas que realizan maniobras de Valsalva, esfuerzos físicos intensos o experimentan emociones fuertes, por lo que sería recomendable evitar estas situaciones en lo posible. Además, la amnesia global transitoria tiende a reaparecer en personas con antecedentes de traumatismo craneoencefálico, depresión o antecedentes familiares de demencia. Aunque existen dudas razonables, en relación a los últimos estudios, de si el haber sufrido un episodio de amnesia global transitoria podría contribuir, junto con otros factores de riesgo, al desarrollo de demencia años más tarde.
Dr. Secundino López Pousa
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